domingo, 4 de mayo de 2008

Fenómenos Atmosféricos. Hidrogafía y Vegetación.


La Tropicalidad, Elemento Predominante del Clima de Venezuela.

Para el ciudadano común, la tropicalidad es la suma de las características ambientales de los trópicos y de la manera de ser y estar en estas regiones, la forma de convivir con los rasgos del clima y el ambiente tropical, una cualidad que impacta mucho más sobre quienes provienen de otras latitudes. Lo tropical suele identificarse con abundancia de sol, calor, humedad, luz, color, fuertes tormentas, protagonismo del mar, fertilidad, selvas, cacao, maíz, tambores... y la propia gente y sus costumbres, en visible contraste con las habituales en Europa, donde el clima es en general templado o frío. La tropicalidad de Venezuela son sus condiciones climáticas y ambientales específicas, que, unidas a las aportadas por la cultura de sus habitantes, se concretan en las características más peculiares del país. Así, lo meramente geográfico se convierte en una de las fuerzas que determinan la cultura de una sociedad.
Debe señalarse el hecho de que si bien el trópico es zona habitual de devastadores huracanes, Venezuela está libre de estos violentos fenómenos meteorológicos, salvo en la costa y en casos excepcionales. Este afortunado hecho se debe no sólo a que el país está situado fuera de sus rutas principales, sino a que carece de aguas oceánicas con las temperaturas requeridas -superiores a 27 o 28 °C- para la plena formación y avance en dirección al continente de los huracanes. Se puede considerar que 1998 fue un año representativo en este sentido, con la presencia de dos huracanes especialmente destructivos en la zona del Caribe, que sin embargo no tuvieron efectos sobre Venezuela: el Georges, que atravesó en septiembre el Caribe procedente del Atlántico; y el Mitch, en octubre, que se inició como tormenta tropical en la cuenca de Colombia, al oeste de Venezuela, y se dirigió hacia el noroeste en busca de aguas más cálidas.
Ello no significa que, en ocasiones, algunos huracanes no se hayan dejado sentir con cierta fuerza en el Caribe, sobre todo en las islas de Margarita, Coche y Cubagua, e incluso en la costa del continente. Estos temibles fenómenos han provocado fuertes precipitaciones decenas de kilómetros tierra adentro, como la tormenta Brett, de triste recuerdo por los numerosos damnificados que dejó en el área metropolitana de Caracas. Eduardo Röhl menciona un huracán que el 28 de junio de 1933 penetró en el delta del Orinoco antes de dar la vuelta y perderse en el Caribe; probablemente se trataba sólo de una tormenta tropical.
Grandes potencialidades
El clima tropical posee características que quizás no han sido aún explotadas en todas sus posibilidades. La potencia de la energía solar, las lluvias relativamente abundantes y la constancia de la temperatura a lo largo del año son condiciones muy útiles para obtener cultivos tropicales de consumo interno y de exportación durante todo el año, sin las limitaciones que imponen los climas templados y fríos a las actividades agrícolas. El clima y la geografía de Venezuela facilitan el cultivo de productos muy apreciados, con gran futuro en la gastronomía del país. Guayaba, mango, maní, merey, piña, cambur, níspero o mamey son algunas de las numerosas frutas tropicales típicas del país, ricas en sabor y en vitaminas.
Se le ha de dar el valor que merece tener la lluvia concentrada en una sola estación del año; para ello deberían construirse más embalses para almacenar el exceso de agua, y poder usarla posteriormente en el período seco o desviarla hacia zonas que padezcan escasez, en lugar de protestar y padecer las inundaciones del período lluvioso. Se ha de aprovechar la persistencia del viento en el Llano y en las zonas secas, tanto como generador de energía eléctrica como para bombear agua subterránea. EDELCA ya ha mostrado, en la Guayana venezolana, la forma en que se puede aprovechar un clima lluvioso todo el año, construyendo gigantescos embalses y plantas generadoras de electricidad. Por otro lado, los climas tropicales de montaña, más frescos, además de atractivos por sus bellezas naturales y su temperatura, no tienen competencia en la producción de café, hortalizas, flores y frutas.
La tropicalidad en la literatura y el arte La tropicalidad, que ha inspirado a numerosos artistas en todo el área de su influencia, se manifiesta en Venezuela en la poesía de Andrés Bello, que cantó al río Anauco en Caracas o al samán de los Valles de Aragua. En su "Silva a la agricultura de la zona tórrida", poema en el que aspiraba a abarcar toda la naturaleza tropical del Nuevo Mundo, Bello escribe: "Salve fecunda zona que al sol enamorado/ circunscribe su vago curso...".Esa misma naturaleza sobre la que escribe Osvaldo Larrazábal al referirse al azul de Manicuare, población de la costa de Araya: "[...] el azul no es igual, ni es igual el cielo, ni es igual el mar, ni es igual la lejanía de la costa opuesta [...]". A lo que hay que agregar las soberbias descripciones de Rómulo Gallegos o los paisajes del pico El Ávila del pintor Manuel Cabré, nacido en España, que supo captar la luz, el color y todos los matices que la montaña tutelar de Caracas presenta en las diferentes horas del día.
Rica biodiversidad intertropical
Es preciso insistir en que una valoración adecuada de la tropicalidad exige ser consciente de la fragilidad ambiental del trópico. Por ello es necesario implementar medidas proteccionistas, tal como proponen las teorías de la conservación de los recursos naturales. En este sentido, es apreciable la idea del estadounidense Gaylord Nelson, a quien se le ocurrió crear el Día de la Tierra, establecido el 22 de abril. Fue celebrado por primera vez en Estados Unidos en 1970, y desde 1990 se celebra en todo el mundo.
Por otra parte, debe tenerse en cuenta que en la zona intertropical se encuentran más de las dos terceras partes de las especies vegetales y animales de la Tierra. Sólo en Venezuela se han identificado 20.000 especies de plantas superiores, 1.300 especies de aves, 250 de reptiles, 200 de anfibios, 1.200 de peces y unas 300 de mamíferos. Semejante biodiversidad se ha de aprovechar de manera sostenible, con inteligencia y prudencia, de modo que sea una fuente infinita de riqueza para la sociedad presente y futura.
Fuente bibliográfica: Enciclopedia Océano de Venezuela
© 2006 EDITORIAL OCEANO.




Venezuela: cuencas de los ríos Negro y Cuyuní, y del lago de Valencia




De las seis grandes cuencas que drenan el territorio venezolano, las del río Orinoco, el lago de Maracaibo-golfo de Venezuela y la del mar Caribe, aquí nos dedicaremos a describir las cuencas del Río Negro, del río Cuyuní y del lago de Valencia, menos importantes que las tres anteriores.
La subcuenca del Guainía-Río Negro pertenece a la gran cuenca del Amazonas. Nace en Colombia con el nombre de Guainía y toma el nombre de Río Negro después de recibir las aguas de su afluente, el río Casiquiare, ya en territorio venezolano. Lo particular de esta subcuenca es que el brazo Casiquiare nace en la orilla izquierda del Orinoco, y se lleva una parte de sus aguas al Río Negro. El Casiquiare tiene como afluentes principales, por su orilla izquierda, a los ríos Pamoni, Siapa y Iatua, y desemboca en el Río Negro con una anchura superior a 500 m.
Cuenca del río Cuyuní
La subcuenca del Cuyuní drena hacia la Guayana Esequiba, en Guyana. Hay que destacar lo extenso de su red hidrográfica dentro del territorio venezolano, que alcanza 46.300 km2 hasta la desembocadura del río Acarabisi, en la frontera con Guyana. Entre los ríos que drenan al Cuyuní se destacan el Yuruari y el Cocumo, procedentes de la sierra Imataca. Otros afluentes provienen de los territorios situados al norte del Parque Nacional Canaima, como el Chinamón, Yuruán, Guariche y Supamo; por el extremo oriental hay que mencionar, entre otros, los ríos Botanamo, Matupo y Guarampín.
Cuenca del lago de Valencia
Esta cuenca se ubica en la región centro-norte del país, entre la vertiente sur de la serranía del Litoral y la vertiente norte de la serranía del Interior. Las tres cuartas partes de la cuenca pertenecen al estado Carabobo y el resto pertenece al estado Aragua.
El centro de la cuenca está ocupado por el lago de Valencia, en el cual desemboca toda la red fluvial que se genera en las serranías que lo rodean. Es la cuenca más pequeña del país y la única endorreica, es decir, de aguas interiores sin salida al mar. La superficie del lago es de unos 370 km2, pero su cuenca hidrográfica alcanza los 2.800 km2 aproximadamente.
Los ríos que la drenan son de pequeño caudal. Se destacan el Aragua y el Cabriales. El río Aragua proviene de la serranía del Litoral, al sur de Colonia Tovar, y desagua en el lago por su parte oriental, al oeste de Palo Negro, después de un recorrido de 50 km aproximadamente. Es el río más largo de la cuenca. El Cabriales nace en las elevaciones de Naiguatá, al noroeste de la cuenca, y desagua al oeste del lago después de atravesar de norte a sur la ciudad de Valencia; tiene una longitud aproximada de 30 km.
Otros ríos de la cuenca son Los Guayos, Guacara, Cura, Mariara, Tapatapa, Limón y Turmero, procedentes de la vertiente sur de la serranía del Litoral. Los procedentes de la serranía del Interior son pocos y de longitudes escasas, entre ellos el Tocorón y el Güigüe. En la actualidad, estos ríos transportan cantidades considerables de aguas negras, que han contribuido al deterioro de las aguas lacustrinas.
Fuente bibliográfica: Enciclopedia Océano de Venezuela
© 2006 EDITORIAL OCEANO


Cuencas y ríos del Esequibo


Venezuela: las cuencas del Río Negro o Amazonas y del Esequibo


La cuenca del Río Negro tiene una superficie en territorio venezolano de 52.659 km2 y engloba las cuencas del Guainía-Río Negro y el brazo o caño Casiquiare, que representa una pequeña porción del total de la gigantesca cuenca Amazónica, que tiene más de 7.000.000 km2. Está conformada por una llanura de erosión, la penillanura del Casiquiare. El colector principal de esta cuenca es el Guainía, que adopta el nombre de Río Negro a partir de su confluencia con el Casiquiare; éste procede del Orinoco y tiene su propia cuenca, por la que discurren los ríos Siapa, Posiba y Parimoni. En esta área se encuentra un importante hito fronterizo, representado por la Piedra del Cocuy, triple punto limítrofe (entre Venezuela, Colombia y Brasil), desde donde el Río Negro fluye definitivamente hacia el territorio brasileño.
El brazo Casiquiare tiene un innegable valor estratégico, pues en determinadas épocas del año permite navegar entre el Orinoco y el Amazonas, que lo conecta a través del Río Negro. Tiene una superficie aproximada de 50.000 km2, de los cuales 12.200 km2 se encuentran en la zona en reclamación, lo que le confiere a esta cuenca una singular importancia para la nación venezolana. Los principales ríos de esta denominada Cuenca Alta del Cuyuní son, además del río que le da nombre, el Yuruari, el Venamo, el Botamano y el Erekú, que discurre por la zona en reclamación. En esta cuenca sucede lo contrario de lo que ocurre en las otras cuencas compartidas, pues Venezuela está aguas arriba, ya que estos ríos son afluentes del Esequibo, río de la Guyana, situación que se modificaría en caso de una recuperación por parte del país de la zona Esequiba en reclamación.
Tratados con Colombia
Venezuela tiene una larga historia de negociaciones para la gestión de todas las cuencas compartidas. En 1941, el tratado de Cúcuta fijó un convenio de demarcación de fronteras y libre navegación de los ríos comunes con Colombia, vigente hasta el presente, pero sujeto a una reglamentación que no se ha desarrollado todavía. De hacerlo, permitiría a Colombia la salida al Atlántico a través del Orinoco y sus afluentes.
Otro antecedente es el Estatuto de Régimen fronterizo, firmado con Brasil en el año 1942 y todavía vigente, que regula la navegación por los cuerpos de agua comunes.
En 1989, a raíz del Acta de San Pedro Alejandrino -firmada en Santa Marta, Colombia-, los gobiernos de Venezuela y Colombia, por medio de sus altos comisionados, acuden a afrontar los problemas fronterizos comunes y se establece una agenda que incluye la delimitación de las áreas marinas y submarinas, el comercio fronterizo, las migraciones fronterizas y las cuencas hidrográficas, entre otros. Esta comisión ha llegado a acuerdos mediante los cuales ambos países se comprometen a preservar los ríos y las cuencas comunes.
Fuente bibliográfica: Enciclopedia Océano de Venezuela
© 2006 EDITORIAL OCEANO.





Cuenca del río Orinoco

Venezuela: la cuenca del Orinoco




La cuenca del río Orinoco es la más extensa de Venezuela, abarca más de dos tercios del territorio del país. Se extiende desde las vertientes meridionales de la cordillera de la Costa hasta la mayor parte de la Guayana, en el extremo sur del país, y desde las vertientes orientales de la cordillera andina hasta el delta del Orinoco. Abarca unos 700.000 km2 de territorio nacional, que, sumados a los 330.000 km2 de la República de Colombia, dan lugar a una cuenca total de cerca de 1.000.000 km2.
El Orinoco recibe, por su margen izquierda, las aguas de los ríos Meta, Cinaruco, Capanaparo y Arauca, procedentes de Colombia, y al Apure, procedente del extremo sur de la cordillera andina venezolana (estado Táchira). Más al norte recibe al Manapire, Zuata y Pao, procedentes de las mesas del Guárico y Anzoátegui; y más hacia el este a los ríos Morichal, El Tigre y Guanipa, que se originan en las mesas de los estados Anzoátegui y Monagas, y descargan sus aguas en el Manamo, el segundo caño en importancia de los que forman el delta del Orinoco, después del Río Grande.
Por la misma margen izquierda, los subafluentes o tributarios indirectos del Orinoco más destacados son los ríos Cunaviche, Caparo, Suripa, Paguay, Santo Domingo, Guanare, Portuguesa, Acarigua y Cojedes, procedentes de las vertientes orientales de los Andes. De la cordillera de la Costa descienden el San Carlos, Pao, Tiznados y Guárico. Todos ellos, directa o indirectamente, son tributarios del Apure, el mayor afluente del Orinoco por su margen izquierda en tierras nacionales. Estos ríos, si bien nacen en los sistemas montañosos, drenan también toda la cuenca sedimentaria de la región llanera: oriental, occidental, central y meridional (es decir, la planicie del Apure).
Riqueza hídrica de la Guayana El territorio guayanés (estados Bolívar y Amazonas), de donde proviene el río Orinoco, se caracteriza entre otras cualidades por la abundancia de sus recursos hídricos, los más importantes de todo el país. Esta característica explica la presencia de varias cuencas hidrográficas que, como parte de una totalidad mayor -la cuenca del Orinoco-, denominamos subcuencas hidrográficas, y son las que forman los ríos Ventuari, Sipapo, Sapuare, Cuchivero, Caura, Aro y Caroní. La subcuenca del Cuyuní pertenece a la más grande del Esequibo, en la Guyana; en tanto que la del Guainía-Río Negro pertenece a la inmensa cuenca del Amazonas, ríos ambos que no atraviesan el territorio venezolano.
La subcuenca del Caroní
La subcuenca hidrográfica más importante por su extensión territorial, volumen de aguas y potencial hidroeléctrico es la del Caroní, que drena el río de su mismo nombre. El Caroní se origina de la unión de los ríos Aponguao y Kukenan, cuyas fuentes se ubican en el territorio de los tepuyes, entre ellos el Roraima. Su longitud se calcula en 925 km, y su cuenca tiene 93.500 km2 aproximadamente, en gran parte cubierta por una densa vegetación de selva. Su primer afluente es el Icabarú, procedente de la sierra de Pacaraima, en los límites con Brasil. Aguas abajo se le agregan, por la margen derecha, los ríos Urimán y Carrao, además de otras corrientes de menor importancia. Su principal afluente es el Paragua, por su margen izquierdo, que tiene unos 580 km de largo y le aporta en su confluencia un volumen de agua semejante al que arrastra el propio Caroní.
En su recorrido hasta el Orinoco, el Caroní atraviesa los territorios escalonados de las mesetas de areniscas de la formación Roraima. Por esa causa, en su cauce son comunes profundos cañones, estrechos valles, saltos y raudales; obstáculos más que suficientes para impedir la navegación, pero con grandes posibilidades para la producción de energía hidroeléctrica.
Con el fin de aprovechar los abundantes recursos que ofrece la cuenca del Caroní -una topografía accidentada y escalonada, un caudal abundante y grandes yacimientos de minerales de hierro y aluminio-, dando satisfacción a las necesidades de las industrias metalúrgicas, se construyó el embalse del Guri, uno de los más grandes del mundo. En efecto, el embalse posee una superficie superior a los 2.500 km2 y una longitud aproximada de 90 km entre el pueblo de las Nieves, muy próximo a la unión del Caroní con el Paragua, y el sitio denominado El Pueblito.
A esta construcción le siguieron las represas Raúl Leoni y la de Guri y Macagua, con sus respectivas plantas hidroeléctricas, que se iniciaron en la década de 1960. La energía total producida por las centrales hidroeléctricas en funcionamiento es, en los últimos años del siglo XX, de 9.235.000 Kw, pero se calcula que la década siguiente su capacidad superará los 16.000.000 Kw. Este incremento vendrá de la mano de la construcción de las nuevas plantas hidroeléctricas de Cachamay, Tocoma y Curuachi, próximas a los centros siderúrgicos aledaños a Ciudad Guayana (San Félix-Puerto Ordaz). En la actualidad, la energía hidroeléctrica que se produce en la zona cubre casi el 85 por ciento del consumo nacional.
Las subcuencas del Caura y del Venturi
La subcuenca del Caura es la más amplia después de la del Caroní. El río que le da nombre se forma a partir de la unión de los ríos Merevan y Guadaña. El Merevan proviene de la meseta de Jaua, y el Guadaña de la serranía de Uainama, en la frontera con Brasil. La longitud del Caura se calcula en unos 500 km y la superficie de su cuenca es de 47.000 km2. Sus afluentes más destacados son los ríos Imuco, Yuruaní, Tocoto, Tauca y Tiquire, por la margen izquierda; y Arichi, Cacara, Nichare, Mocho y Sipao, por la margen derecha.
La tercera subcuenca en extensión es la del Ventuari, con más de 36.000 km2. El río del mismo nombre nace en la sierra de Aribana y recorre una longitud de 430 km hasta su desembocadura en el Orinoco. Cerca de su nacimiento recibe al río Jaricheta, por la derecha, y a los ríos Yatiti y Useche, por la izquierda. Más adelante, se le agregan los ríos Asita, Yari y Manapiare por la margen derecha. En su trayecto presenta saltos y raudales (es decir, fuertes pendientes con obstáculos, donde se forman remolinos); entre éstos se destacan los raudales de Sanagua, Cacure y Araguato.
Fuente bibliográfica: Enciclopedia Océano de Venezuela
© 2006 EDITORIAL OCEANO.






Vegetación de Venezuela .


La flora de Venezuela.




Venezuela posee una amplia diversidad de flora entre las regiones que abarca el país; son diversos los factores que determinan la distribución de las especies. La flora que se observa en la parte occidental se relaciona con la cordillera de los Andes, las especies del nordeste están en relación con el área del Caribe y las especies que se encuentran al sudoeste pertenecen a la flora del escudo guayanés, así como al Amazonas. Las líneas de separación entre las distintas formaciones vegetales no están estrictamente definidas, sino que, en la mayoría de los casos, se suceden de forma imprecisa, notándose muchas veces en esos puntos de contacto (también denominados ecotones) la superposición entre una formación y otra. Tal cosa sucede, por ejemplo, entre las formaciones de sabana y las zonas premontanas, donde se mezclan diferentes especies de comunidades vegetales; lo cual da a los paisajes de esta zona intermedia una caracterización propia, aunque sin llegar a determinar nuevas asociaciones florísticas.
La amplia diversidad de especies de la flora venezolana no puede ser reducida a sistemas de caracterización florística o fitosociales; se han de considerar otros criterios que son determinantes en la distribución de las especies, tales como la altura, la combinación de la temperatura y las precipitaciones -y la asociación de éstas con la humedad presente en las diversas regiones-, y las condiciones edáficas del suelo. Se debe tener en cuenta que estos factores, que tienen como punto de partida las condiciones físicas naturales, son la base de la mayoría de los intentos científicos para llegar a una clasificación idónea; por lo tanto, es conveniente, en muchas ocasiones, incluir otras variables bióticas, tales como la participación de ciertos animales, sobre todo insectos, que, conjuntamente con la acción humana, determinan variaciones en los paisajes y en las asociaciones vegetales, influyendo ampliamente en sus procesos ecológicos.
Las zonas áridas
Existe un sistema de clasificación, denominado de Holdridge, que permite integrar toda la información que influye sobre las asociaciones vegetales y trazar un esquema global de su distribución. De acuerdo con esta clasificación presentaremos las principales unidades ecológicas o zonas de vida de Venezuela, resultantes de la actualización realizada por Ewel y Madriz en 1968.
En primer lugar, encontramos las zonas áridas que comprenden tres formaciones vegetales diferentes: maleza desértica tropical, monte espinoso tropical y cardonales o matorral espinoso, siendo esta última la de mayor extensión de las tres. Estas formaciones se localizan en el extremo norte del país, junto a las costas, y abarca también las islas. Las condiciones climáticas que allí predominan y las clases de suelos presentes permiten el dominio de este tipo de vegetación baja, espinosa y rala. Estas formaciones vegetales se desarrollan entre los 0 y 400 m sobre el nivel del mar. Las precipitaciones van de menos de 250 mm a unos 1.000 mm anuales, y la temperatura del aire oscila entre los 25 °C y los 29 °C de promedio anual. Los suelos son poco profundos, jóvenes, poco fértiles y de pendientes suaves. La vegetación es de tipo secundario, con escasas especies arbóreas de hoja ancha; la mayoría de las especies son espinosas y de hoja pequeña. La densidad no es alta. Las especies indicadoras de estas formaciones son el yabo (Cercidium praecox) y el cují yque (Prosopis juliflora); las cactáreas columnares, como el cardón (Cereus hexagonus), y las opuntias como la tuna real (Nepalea cochinigifera) y la tuna de España (Opuntia ficus indica). Otras especies indicadoras son la vera (Bulnesia arborea), el roble (Platyniscum polystacyum), la maya (Bromelia Humilis), el dividive (Caesalpinea corearea) y el guamacho (Pereskia guamacho).
Áreas boscosas
Las áreas boscosas abarcan una gran parte del territorio venezolano. El bosque seco tropical se ubica entre 400 y 1.000 m de altitud, con un régimen de precipitaciones estacional, que oscila entre 1.000 y 1.800 mm anuales, y una temperatura del aire que varía entre los 22 °C y los 29 °C de media anual. Esta formación ocupa toda la parte central del país, extendiéndose de oriente a occidente, y sus límites están representados por las elevaciones de la serranía del Interior y de los Andes, así como las elevaciones del sur. Esta formación se presenta también en los alrededores del lago de Maracaibo.
La vegetación que se desarrolla en esta zona está en parte determinada por los suelos de la región, que consisten principalmente en deposiciones sedimentarias muy variables en cuanto a su edad y calidad, llegándose a diferenciar más de 100 series diferentes. Se observan en esta formación pequeñas agrupaciones de vegetación clímax, en la región occidental y noreste del estado Bolívar. Las especies llegan a desarrollar gran altura -25 m, e incluso más-, son decíduas y de copas redondas. Se destacan la caoba (Swietenia macrofylla), el cedro amargo (Cedrella mexicana), el apamate (Tabebuia pentaphylla), el trompillo (Guarea trichiloides), el jabillo (Hura crepitans) y el saqui-saqui (Bombacapsis sepium), entre otros; también se evidencia la presencia de palmáceas y epífitas (bromeliáceas y cactáceas).
En general, en esta zona domina el bosque secundario y sobre todo las sabanas, que ocupan un 90 por ciento del total. El bosque secundario está formado por árboles decíduos que en época de lluvias se tornan exuberantes, y se asocian a lianas y bejucos. Predominan el samán (Pithecolobium saman), la copaiba (Copaifora offinales), el yagrumo (Cecropia petata), el jobo (Spondeas nombia) y el guasimo (guagruma ulmifolia).
Las sabanas, en el área de bosque seco tropical, se extienden por la parte de la formación que corresponde a los llanos, donde las especies arbóreas son escasas y resistentes al fuego. Se observan bosques de galería bordeando los ríos. En las sabanas dominan las especies herbáceas de tamaño medio bajo, que se desarrollan con vigor en la temporada de lluvias y luego se secan y queman, en gran parte, durante el período de sequías. Predominan las herbáceas, como la paja chigüirera (Leersia hexandra), la paja carretera (Paratheria prostrata), la paja yaguará (Hiparrenya rufa) y algunas leguminosas como la pegapega (Desmodium canun y Desmodium pachyrhizum).
Bosques tropicales y premontanos
El bosque muy húmedo tropical es el de mayor extensión en el país. Al igual que el bosque húmedo tropical, se compone de especies vegetales de alta demanda hídrica. Ambas formaciones se ubican en el piedemonte de la cordillera de los Andes, al sur del país, en la costa oriental, en el delta del Orinoco y en determinados lugares de poca extensión en el centro norte de Venezuela. Abarca desde el nivel del mar hasta los casi 1.000 m de altitud y su topografía varía desde la llanura hasta las fuertes pendientes. Las precipitaciones en el área van desde 1.900 a más de 3.700 mm anuales.
En estas formaciones, el bosque primario o clímax es exuberante; los árboles son de gran porte: pueden alcanzar 40 m de altura. Existe una gran diversidad de especies y una densidad de vegetación muy alta. Se destacan las familias vochysiáceas, sapotáceas, bambáceas, combrateáceas y liliáceas. La mayoría son perennifolias y forman copas angostas y compactas, de hojas anchas y dosel cerrado. Abundan las palmáceas y existe un importante desarrollo del epifitismo (que incluye bromeliáceas, orquídeas, aráceas, helechos y musgos).
El bosque húmedo premontano y el bosque muy húmedo premontano se ubican entre los 600 y los 1.700 m sobre el nivel del mar, en las áreas moderadamente elevadas del país, especialmente en la Cordillera de la Costa, valles interinos, en el sudeste de Bolívar, y gran parte del Amazonas. La precipitación media anual oscila entre 1.100 mm y más de 3.000 mm en los bosques muy húmedos premontanos, con una temperatura de 18 °C a 24 °C. Las especies dominantes son arbóreas, con alturas que suelen superar los 30 m, como el mijao (Anacardium excelsum), que sirve como especie de sombra para los cafetos. El epifitismo es de moderado a fuerte; las hojas de los árboles son siempre verdes y existen pocas especies deciduas. Ocupando parte del bosque se encuentran algunas palmáceas de los géneros Socrotea e Iriartea.
Monte espinoso premontano y bosque seco premontano Estas formas vegetales aparecen en la transición entre las partes bajas y altas de algunos paisajes del país. Se ubican en el centrooeste, desde una franja entre 400 y 600 m, hasta una altura de 1.500 m sobre el nivel del mar. Predomina la topografía con pendiente y las precipitaciones varían entre 300 y 1.000 mm anuales, con una temperatura media que oscila entre 24 °C y 26 °C. El monte espinoso premontano, en el centro norte del país, presenta como especies indicadoras las cactáceas de tipo columnar, árboles pequeños de los géneros cappaceas y casearia, de hojas pequeñas o coriáceas. En la segunda formación dominan las leguminosas, como el roble, el drago (Pterocarpus podocarpus), y el samán. Son especies deciduas, y existen algunos miembros perennifolios asociados a los cursos de agua permanentes.
Bosques pluviales y montanos
Los bosques pluvial premontano, muy húmedo montano bajo y montano bajo están restringidos al norte del país, en la región de los Andes, y resultan especialmente abundantes en la región del cerro Maigualida, entre los estados Bolívar y Amazonas, y los cerros Duida y Neblina, en el estado Amazonas. Se emplazan entre los 1.000 y 2.600 m sobre el nivel del mar, con topografía quebrada o fuertes pendientes y muy abundantes precipitaciones, que pueden superar los 3.600 mm anuales. Estas formaciones corresponden a las formaciones más lluviosas del suelo premontano, donde la temperatura varía entre 12 °C y 18-24 °C de promedio anual. La vegetación se encuentra casi en su mayoría en estado clímax, y dominan las especies arbóreas. Se destacan el caobano (Brunelli sp.) y el platanillo (Heliconia sp.). Se observa abundancia de epífitas, que crecen sobre las ramas, los tallos e incluso sobre las piedras.
El bosque pluvial montano se caracteriza por un ambiente frío y muy húmedo. Se ubica principalmente en la región andina y también en pequeñas áreas de los estados Bolívar y Amazonas, entre los 2.600 y los 3.600 m sobre el nivel del mar. La precipitación media anual excede los 2.000 mm y la temperatura del aire varía entre 6 °C y 12 °C. Es extraordinario el desarrollo y la abundancia de musgos, líquenes y otras especies epífitas. El bosque está formado por árboles de alturas superiores a los 15 m, de hoja pequeña, y se presenta en forma de bosques cerrados, con plantas de tallos delgados y gran diversidad de helechos y bambúes.
Planificación del recurso vegetación La Dirección de Vegetación -unidad operativa adscrita a la Dirección General Sectorial de Investigación y Conservación de Agua, Suelo y Vegetación, dependencia perteneciente al Ministerio de Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables- tiene bajo su responsabilidad el procesamiento de los datos para aportar la información básica sobre el recurso vegetación.Elaborada en base a estudios florísticos, estructurales, fisonómicos, ecológicos y de explotación de la tierra, esta información resulta básica para la preparación, desarrollo y ejecución de los planes nacionales de ordenación del territorio y del aprovechamiento del recurso vegetación.
Formaciones no boscosas
La principal formación no boscosa de Venezuela es el páramo subalpino, que se presenta en las partes más elevadas de los Andes, donde la temperatura media anual oscila entre 3 °C y 6° C, y las precipitaciones entre 500 y 1.000 mm. El frío afecta al crecimiento de las plantas, por lo que dominan las especies bajas, como por ejemplo el frailejón (Espeletia Schultzii), varias especies del género Mypericum y numerosas caméfitas y hemicriptófitas.
Otra manifestación importante de las comunidades vegetales en Venezuela está representada por las asociaciones halófitas, constituidas por plantas que se desarrollan en suelos salinos propios de las zonas litorales; entre éstas se destacan los manglares y los cocoteros. Los manglares se desarrollan a lo largo de las costas bajas y tienen una gran importancia debido a su acción constructora de tierra firme y como refugio de las especies marinas que se alojan entre sus raíces. Los manglares más importantes de Venezuela se localizan en las costas de la llanura déltica, en el golfo de Cariaco, la isla de Margarita, la isla de La Tortuga, las costas del estado Carabobo, el lago de Maracaibo y la zona de Barlovento, en el estado Miranda.
Las especies más representativas de esta formación vegetal son el mangle colorado (Rhizophora mangle), el mangle negro (Avicennia nitida) y el mangle blanco (Laguncularia resemosa). Algunas de estas especies pueden alcanzar hasta los 15 m de altura.
Otras especies de las comunidades halófitas, como por ejemplo el cocotero (Cocos nusifera) ocupan extensas zonas litorales, pero casi siempre en plantaciones de explotación comercial. Otras halófitas presentes son el uvero de playa (Coccoloba uvifera) y el manzanillo (Hippomane mancinella).
Fuente bibliográfica: Enciclopedia Océano de Venezuela
© 2006 EDITORIAL OCEANO





12 comentarios:

glamgirl dijo...

El Trópico es uno de los climas mas envididiados del planeta, por el colorido de la vegetación y la belleza de los paisajes, de las playas y la calidez de la gente. Por eso tanta gente de Europa generalmente vacaciona en Islas del Caribe, y muchas veces deciden vivir definitivamente en este lado del mundo, por eso particularmente hablando de Venezuela existen tantas colonias extranjeras (Portugueses, Italianos, Alemanes, Españoles, Chinos, Ingleses, etc.) Aparte de la variedad de tradiciones, beneficios desde el punto de vista económico, vegetal, hidrológico, por supuesto que todos los recursos que poseemos no han sido explotados, claro esta sin llegar a la destrucción, ya que los excesos nunca han beneficiado a nadie. Me refiero a la diversificación de la economía, para dejar de depender tanto del petróleo, hay países que tienen menos recursos, menos espacio territorial y son potencias mundiales o están en vías de serlo, hay que comenzar por cambiar la mentalidad de la gente, ya que siendo un país turístico debemos aplicar la cultura de servicio para el turista...

Lic. Albis R Pérez dijo...

La variedad de clima que se encuentra en Venezuela la caracteriza por encontrarse en la zona tropical. Es por ello que su paisaje determina el tipo de clima por ejemplo en en el litoral venezolano caribeño, en las islas y en las depresiones de Lara y Carora, predomina un clima semiárido con temperaturas anuales promedio de 24 ºC. En la Cordillera de la Costa y de los Andes, el clima varía desde el tropical hasta los climas fríos de montaña; las temperaturas promedio que oscilan entre 18 y 22 °C. En las tierras bajas de Los Llanos domina el clima tropical lluvioso con una temperatura de 28 °C de promedio anual. En el Delta del Orinoco se desarrolla un clima tropical lluvioso de bosque con una gran pluviosidad. En el sur de Venezuela domina el clima tropical lluvioso de selva, con temperaturas que superan los 28 °C. Venezuela es de clima tropical ya que esta dentro de la franja que se ubica, en el trópico de Cáncer y el de Capricornio, esta zona se caracteriza porque en todas sus divisiones se encuentran bastante definidas dos estaciones: una estación seca cuya duración varía según la proximidad al ecuador, y una estación húmeda con un gran número de precipitaciones llamada monzónica. Estas condiciones hacen que exista una biodiversidad natural que también se manifiesta en la cultura, y su majestuosa belleza ha servido de inspiración de artistas, escritores y otros a expresarlas a través de sus representaciones.
Esta caracteriza propiecitos las condiciones en las cuales se forman las cuencas hidrográficas, en Venezuela las importantes son Canaima, Gran Sabana. Cuenca hidrográfica Superficie Cuenca del Río Orinoco 770.000 km² Cuenca de Lago de Maracaibo 74.000 km² Cuenca de Mar Caribe 80.000 km² Cuenca del Río Cuyuní 40.000 km² Cuenca del Río Negro 11.900 km² Cuenca del Lago de Valencia 3.000 km².

barrom2006@gmail.com dijo...

Los fenómenos atmosféricos son la causa de los cambios en la atmósfera, debido a las
variaciones de presión y temperatura que ocurren sobre la corteza terrestre. Los seres
humanos estamos causando daños irreversibles cuando utilizamos productos que
afectan negativamente a la atmósfera y estratosfera al utilizar fluoruros y otros
químicos. Esto causa un efecto que incide en los fenómenos atmosféricos porque se
altera la temperatura del globo terráqueo, lo que causa mayor o menor pluviosidad
alterando la cantidad de agua que se precipita en la zonas tropicales, causando
estragos de inundaciones o sequías que afectan a la flora o vegetación. A nosotros
nos toca cuidar que las alteraciones no sean negativas, para conservar la belleza de
nuestro planeta, sobre todo los trópicos que poseen un clima radiante

Laura dijo...

El clima tropical posee características que quizás no han sido aún explotadas en todas sus posibilidades. La potencia de la energía solar, las lluvias relativamente abundantes y la constancia de la temperatura a lo largo del año son condiciones muy útiles para obtener cultivos tropicales de consumo interno y de exportación durante todo el año, sin las limitaciones que imponen los climas templados y fríos a las actividades agrícolas. El clima y la geografía de Venezuela facilitan el cultivo de productos muy apreciados, con gran futuro en la gastronomía del país. Guayaba, mango, maní, merey, piña, cambur, níspero o mamey son algunas de las numerosas frutas tropicales típicas del país, ricas en sabor y en vitaminas.
Es preciso insistir en que una valoración adecuada de la tropicalidad exige ser consciente de la fragilidad ambiental del trópico. Por ello es necesario implementar medidas proteccionistas, tal como proponen las teorías de la conservación de los recursos naturales.
El centro de la cuenca está ocupado por el lago de Valencia, en el cual desemboca toda la red fluvial que se genera en las serranías que lo rodean. Es la cuenca más pequeña del país y la única endorreica, es decir, de aguas interiores sin salida al mar.
La cuenca del río Orinoco es la más extensa de Venezuela, abarca más de dos tercios del territorio del país. Se extiende desde las vertientes meridionales de la cordillera de la Costa hasta la mayor parte de la Guayana. La subcuenca hidrográfica más importante por su extensión territorial, volumen de aguas y potencial hidroeléctrico es la del Caroní, que drena el río de su mismo nombre. El Caroní se origina de la unión de los ríos Aponguao y Kukenan, cuyas fuentes se ubican en el territorio de los tepuyes, entre ellos el Roraima.
Son diversos los factores que determinan la distribución de las especies. La flora que se observa en la parte occidental se relaciona con la cordillera de los Andes, las especies del nordeste están en relación con el área del Caribe y las especies que se encuentran al sudoeste pertenecen a la flora del escudo guayanés, así como al Amazonas. Las áreas boscosas abarcan una gran parte del territorio venezolano. Las sabanas, en el área de bosque seco tropical, se extienden por la parte de la formación que corresponde a los llanos, donde las especies arbóreas son escasas y resistentes al fuego. Y así como esto, poseemos naturaleza de suma importancia. Jessica Jimenez

HerramientasDurlaynivelacion402 dijo...

El País que tenemos es uno de los mejores sin duda alguna, tenemos una diversidad de flora y fauna a lo largo y ancho del territorio nacional.
Podemos encontrar desde el clima templado y más frio como en los andes hasta el clima más cálido y árido como en los médanos de coro, también es necesario recalcar que debemos proteger y cuidar a todas nuestra fauna especialmente a las especies que están en proceso de extinción. Venezuela goza de una excelente distribución de recursos naturales renovables y no renovables que debemos aprovechar al máximo. Es necesario queridos amigos y estimado profesor crear un ambiente de conciencia permanente para seguir viendo este país de manera maravillosa, recordemos que somos nosotros mismos los exterminadores del medio ambiente que nos rodea y que colocando cada quien de su parte podemos. En Venezuela si se puede somos un país rico en naturaleza y podemos convertirnos con el favor de Dios en una potencia económica no solo por el petróleo sino también por el turismo, conozcamos bien a nuestro país para poder vender la mejor imagen del mismo. Dios los continúe bendiciendo con sus maravillas que son nuevas a cada mañana.

reina marilia dijo...

Es el promedio de los fenómenos atmosféricos en un área determinada en un periodo largo. Ese promedio de las condiciones generales que caracterizan a la atmósfera en la zona de referencia.
Como se puede apreciar, la diferencia entre tiempo cambia en cortos periodos de tiempo mientras que el clima no.
Se puede decir que el clima es seco, no que el clima esta seco. En cambio, se puede decir que el tiempo esta seco, no tiempo es seco, porque puede volverse húmedo de la tarde para la noche.
El clima tiene elementos que lo forman y factores que lo modifica
Son la temperatura del aire, la presión atmosférica, los vientos, la humedad del aire y las precipitaciones. La temperatura del aire es la cantidad de aire y el calor que contiene la atmósfera en un momento dado, la cual se mide con el termómetro de intemperie.
La presencia del río Orinoco es fundamental en la geografía venezolana, tanto por su extensión como por la calidad y cuantía de sus aguas, acompañada de gran variedad de recursos naturales en su cuenca que cubre 643.481 km2 en el territorio venezolano. Es el tercero mas largo de Sur América y octavo mas largo del mundo.En venezuela existen otros 1.000 ríos aproximadamente. Reina rivas CI14.873.342

http://actividadeducativadeenseñanza.blogspot.com dijo...

El clima es el estado medio de la atmósfera de un lugar determinado a base de los datos correspondientes a un intervalo de varias décadas. Dos de los elementos más importante en el establecimiento de un clima y las precipitaciones. Los factores paralelos de que dependen ambas magnitudes son la latitud, la altitud y la distribución de las tierras y mares de un lugar. Existen diversas clasificaciones de los climas según los datos a los que se atiendan para su establecimiento.
El trópico es zona habitual de devastadores huracanes, Venezuela está libre de estos violentos fenómenos meteorológicos, salvo en la costa y en casos excepcionales. Este afortunado hecho se debe no sólo a que el país está situado fuera de sus rutas principales, sino a que carece de aguas oceánicas con las temperaturas requeridas -superiores a 27 o 28 °C- para la plena formación y avance en dirección al continente de los huracanes

YOELIS FAJARDO C.I: 17.979.241
SECCION 2 EDUC. INTEGRAL NOCTURNO

yohana dijo...

Es zona habitual de devastadores huracanes, Venezuela está libre de estos violentos fenómenos meteorológicos, salvo en la costa y en casos excepcionales.

Se ha de aprovechar la persistencia del viento en el Llano y en las zonas secas, tanto como generador de energía eléctrica como para bombear agua subterránea. EDELCA ya ha mostrado, en la Guayana venezolana, la forma en que se puede aprovechar un clima lluvioso todo el año, construyendo gigantescos embalses y plantas generadoras de electricidad.

La subcuenca hidrográfica más importante por su extensión territorial, volumen de aguas y potencial hidroeléctrico es la del Caroní, que drena el río de su mismo nombre. El Caroní se origina de la unión de los ríos Aponguao y Kukenan, cuyas fuentes se ubican en el territorio de los tepuyes, entre ellos el Roraima. Su longitud se calcula en 925 Km., y su cuenca tiene 93.500 km2 aproximadamente, en gran parte cubierta por una densa vegetación de selva. Su primer afluente es el Icabarú, procedente de la sierra de Pacaraima, en los límites con Brasil. Aguas abajo se le agregan, por la margen derecha, los ríos Urimán y Carrao, además de otras corrientes de menor importancia.

Migdalia Canelón dijo...

Venezuela está bajo la influencia de la honda intertropical del Ecuador, donde se encuentran los vientos del norte y del sur; por lo que se pueden distinguir varios tipos de climas que se reflejan en una variedad de paisajes y para. De acuerdo al sistema de lluvias y la temperatura, nuestro país posee un clima cálido y lluvioso en general.
Venezuela posee unas características, comunes a la mayoría de los países tropicales, y es la gran cantidad de ríos que se encuentran sobre su territorio, los ríos son un recurso natural valiosísimo, del cual se extraen una gran variedad de aportes a la economía, a la sociedad y a la cultura en general, en este país los ríos son bien aprovechados, algunos. Los ríos son una importante fuente de agua para las industrias agrícolas y ganaderas, un ejemplo de ello son los ríos, en los estados Portuguesa, Apure, Barinas y Guárico, además de ser de utilidad en las actividades domésticas. Ríos como el Caroní, el Orinoco y el Apure constituyen una vía de comunicación entre las ciudades más industriales e importantes del sur del país, como lo son Ciudad Bolívar, Ciudad Guayana y Puerto Ordaz. La represa del Gurí en el estado Bolívar produce energía hidroeléctrica y suministra a una gran parte de la población venezolana.
Más de la mitad del territorio nacional está ocupado por bosques. La mayor parte de estos bosques están situados en el Orinoco, en el Estado Bolívar y Estado Amazonas; otras áreas boscosas están situadas en las Cordilleras de la Costa y de los Andes, sur del Lago de Maracaibo y Territorio Delta Amacuro. Las áreas no boscosas, como llanos y páramos ocupan aproximadamente el 45% del territorio, y el resto está ocupado por ríos, lagos y áreas cultivadas. Los tipos de vegetación en Venezuela muestran una gran diversidad determinados por diversos factores como son los rayos del sol, la temperatura, precipitación anual, suelos, la velocidad y dirección de los vientos, el drenaje del suelo y la historia geológica del área.
Migdalia Canelón

JOHANNA MORÁN dijo...

Fenómenos atmosféricos hidrografía y vegetación: La atmósfera experimenta movimientos debidos a la energía solar Por variaciones en la temperatura, presión y humedad .Originando los fenómenos atmosféricos: viento, nubes y precipitaciones .la hidrografía es la parte liquida de la hidrosfera y ella comprende las aguas marianas y las aguas continentales de nuestro países la cual las aguas marianas se encargan de estudiar los océanos y mares de nuestro territorio nacional en la cual las aguas continentales se encargan de estudiar en general los ríos y lagos de nuestro país. Mientras que la vegetación se basa en el conjunto de vegetales asociados por su aspecto y fisonomía, las cuales están condicionadas por las características ambientales de un lugar determinado. Johanna mora SEC 2 Educ. Integral noc.

JOHANNA MORÁN dijo...

Cambios y fenómenos climáticos de la atmósfera que poco a poco afectan al ambiente.
Cada año, los países y nosotros mismos los seres humanos generamos miles y miles de contaminantes que sin darnos cuenta generan en nuestra tierra contaminación que poco a poco la van destruyendo un ejemplo de es el dióxido de azufre, por ejemplo ,que procede de las centrales energéticas que queman carbón o petróleo. Otros se forman por la acción de la luz solar sobre materiales reactivos previamente emitidos a la atmósfera (los llamados precursores). Por ejemplo, el ozono, un peligroso con contaminante que forma el smog. Otro de los muchos contaminantes de los cuales podemos nombrar que están dallando nuestro ambientes es el monóxido de carbono, los óxidos de nitrógeno, los compuestos por orgánicos volátiles y las macro partículas. Por lo que se refiere a estas emisiones, los transportes en los países desarrollados representan entre el 30 y el 90% del total. También hay compuestos de plomo y una cantidad menor de dióxido de azufre y de sulfuro de hidrógeno. El amianto se libera a la atmósfera al frenar. El tráfico es también una fuente importante de dióxido de carbono.
JOHANA MORAN SEC 2 Educ. Integral noc

JOHANNA MORÁN dijo...

Población y regiones político administrativas de Venezuela.
Cada una de las regiones de nuestros estados venezolanos tienes recursos y beneficios de políticos y administrativos que favorecen a nuestro país, y a el exterior un ejemplo de ello es el estado oriental de Venezuela en el cual se vende y se produce el pescado que nosotros consumimos a trabes de todo el territorio nacional de nuestro país.
Como a la vez lo hacen los demás estados en los cuales se produce el café, el arroz, el trigo, entre otros nuestro principal aporte económico y para el de otros países del exterior es nuestro petróleo el cual es fabricado y producido en el estado Zulia
JOHANA MORAN SEC 2 EDUC INTEGRAL NOC